Violencia entre iguales (bullying)
Todos los tipos y formas
de violencia escolar entre profesores, entre alumnos, entre alumnos y
profesores, entre profesores y directores u otras autoridades educativas, entre
docentes y padres de familia son igualmente susceptibles y relevantes de
analizar, sin embargo, en esta primera aproximación al tema, nos centraremos en
la violencia entre los estudiantes, ya que su notable incremento preocupa tanto
a ellos como a sus padres, maestros y a la comunidad en general.
Es importante resaltar
que la violencia se encuentra muchas veces en nuestras casas, o bien, en la
calle, en el cine, en la televisión, en la política y en la sociedad, por ello,
este problema no es exclusivo de la escuela; tampo¬co los estudiantes son los
principales o únicos responsables.
La violencia entre
iguales (bullying), debe ser entendida como un fenómeno escolar, no tanto
porque se genere en la propia escuela, sino porque ésta es el escenario donde
acontece y la comunidad educativa es la que sufre las consecuencias.
En este contexto,
conscientes de que todos tenemos que participar en la solución de la violencia
entre iguales, a continuación se ofrece información breve y clara sobre el
tema, además de sugerencias y recomendaciones que esperamos sean de utilidad
para que ustedes, los docentes, desarrollen estrategias de prevención.
La palabra bullying
puede ser utilizada como acoso escolar, hostigamiento, intimidación, maltrato
entre pares, maltrato entre niños, violencia de pares o violencia entre
iguales. Por tanto, lo podemos definir como: “Una conducta de
persecución y agresión física, psicológica o moral que realiza un alumno o
grupo de alumnos sobre otro, con des¬equilibrio de poder y de manera reiterada”
(Fernández y Palomero, 2001:26).
Este fenómeno incluye
desde la prepotencia y arrogancia de unos hacia otros, hasta la crueldad del
ataque físico o psicológico, pasando por la marginación o la exclusión social.
El fenómeno de la violencia
entre iguales (bullying) ha sido objeto de interés científico en las últimas
tres décadas, y durante este tiempo se ha demostrado su presencia en un gran
número de países.
Los pioneros en el
estudio de este fenómeno fueron los escandinavos Heinemman, (1972) y Olweus
(1973) y posteriormente los británicos Smith y Sharp (1994). El tema no ha
dejado de ser objeto de interés en los últimos treinta años. De hecho, a partir
del año 2000 encontramos un sinnúmero de investigaciones y aportaciones.
Debido a los diversos
aspectos que a lo largo del tiempo se han ido añadiendo al concepto de
bullying; no existe una definición única, sin embargo se pueden plantear
elementos clave que lo definen.
Características principales del bullying:
- Es un comportamiento de
naturaleza claramente agresiva.
- Es una conducta que se
repite en el tiempo con cierta consistencia.
- La relación que se
establece entre agresor y víctima se caracteriza por un desequilibrio o
a simetría de poder, es decir, los alumnos que sufren el bullying presentan alguna desventaja frente a quien
los agrede. Estas desventajas pueden ser por edad, fuerza física, habilidades
sociales, discapacidad, condición socio-económica, entre otras.
- Se produce entre iguales
(entre alumnos, no importa la diferencia de edad, sexo o grado escolar).
- Son actos que tienen la
intención de dañar.
- En el caso de los chicos
su forma más frecuente es la agresión física ffy verbal, mientras que en el de
las chicas su manifestación es más indirecta, tomando frecuentemente la forma
de aislamiento de la víctima, o exclusión social.
- Tiende a disminuir con
la edad y su mayor nivel de incidencia es entre los 11 y los 14 años.
- Su escenario más frecuente
con los niños de primaria suele ser el patio de recreo, mientras que con los
de secundaria se amplía a otros contextos, tales como:
- Aulas.
- Pasillos.
- Baños.
- Vestidores.
- Los trayectos a la
escuela.
- Al regresar a casa.
- En los cambios de clase.
Es importante saber que
no es bullying cuando alguien juega de manera brusca pero amistosa con el otro.
Tampoco es bullying cuando dos estudiantes de la misma fuerza discuten o
pelean. Sin embargo, para que en la escuela exista una convivencia respetuosa y
solidaria, es indispensable que cualquier manifestación de violencia sea
atendida.
Causas y factores que generan la violencia entre
iguales:
La conducta de los niños
y adolescentes está condicionada en parte por el ambiente en el cual se
desarrollan, es decir, existen factores que propician la violencia en la
escuela y fuera de ella.
A continuación, se
mencionan de manera general ejemplos de diversas causas y factores que en
cierta medida pueden generar conductas agresivas y violentas en los niños y
jóvenes (no son una regla pero si son detonantes importantes).
- Baja tolerancia a la
frustración.
- Hiperactividad.
- Depresión.
- Estrés.
- Dificultad para
controlar la agresividad.
- Falta de capacidad para
la empatía, bajo desarrollo de habilidades sociales, bajo autoconocimiento y
autoestima.
- Falta de afecto y
cuidado.
- Falta de límites y
reglas claras en el hogar.
- Abandono y/o abuso.
- Fracaso escolar.
- Maltrato físico y/o
psicológico en el hogar (niños violentados que por aprendizaje se conducen a
resolver los conflictos a través de la agresión física o verbal).
- Uso de sustancias
adictivas, alcohol u otras drogas en la familia.
- Pobreza, problemas de
delincuencia, violencia familiar o bajo nivel educativo.
- Cultura machista o
dominante (se les enseña a los varones a no demostrar debilidad, a no ser
afectivos, amables ni comprensivos).
- Presencia de armas en la
casa.
- Identificación con
modelos agresivos y rebeldes aprendidos a través de video juegos y medios de
comunicación (televisión, radio, cine, Internet).
- Exaltación de modelos
duros e imperantes en la familia y en la sociedad.
Manifestaciones del bullying
Las manifestaciones de
violencia entre iguales son:
Físicas: pegar, empujar,
patear y agredir con objetos.
Verbales: se refiere a
las ofensas verbales tales como los insultos y los apodos. Por ejemplo:
resaltar defectos físicos, menospreciar en público, criticar, entre otros.
Psicológicas: son
aquellas acciones que dañan la autoestima del individuo y fomentan su
sensación de temor. Por ejemplo: reírse de él o ella, ignorar, amenazar para
causar miedo, amenazar con objetos, hacer gestos, contar mentiras o falsos
rumores sobre él o ella, enviar notas hirientes y tratar de convencer a los
demás para que no se relacionen con él o ella.
Sociales: pretende
aislar a la víctima del resto del grupo y compañeros. Por ejemplo: no dejarlo
participar, ignorarlo completamente, excluirlo de actividades a propósito, obligarlo
a hacer cosas que no quiere.
Otras manifestaciones
del bullying: esconder, robar o dañar las pertenencias de las víctimas.
Cabe mencionar que, con
frecuencia las manifestaciones arriba citadas aparecen de forma simultánea. La
violencia psicológica, por ejemplo, está presente en todas las conductas de
acoso, lo cual aumenta la sensación de inseguridad en la víctima.
Actores involucrados en el bullying
Los actores asociados a
la violencia entre iguales son tres: victima, agre¬sor y espectador. A continuación
se mencionan algunas características de cada uno, las cuales no constituyen una
regla, sin embargo, son las más comunes.
Víctima: Es quien sufre
las agresiones. Suelen ser una persona tími¬da, insegura, que mantienen una
excesiva protección de los padres, y es menos fuerte físicamente.
Agresor: Es quien ejerce
la violencia, el abuso o el poder sobre la víctima. Suele ser fuerte
físicamente, impulsivo, dominante, con conductas antisociales y poco empático
con sus víctimas.
Espectador: Generalmente
es un compañero que presencia las situaciones de intimidación. Puede reaccionar
de distintas maneras, aprobando la intimidación, reprobándola o negándola.
Importante: El
espectador desempeña un papel muy importante en la intimidación, ya que al
reírse o pasar por alto el maltrato contribuye a perpetuarlo o reforzarlo.
Asimismo, su participación para solucionar el acoso es fundamental, ya que
puede contener el abuso si evita aplaudir o bien apoyar a las víctimas si
denuncia las agresiones. Una de las estrategias más efectivas de reducir el
hostigamiento es trabajar con el o los espectadores.
Violencia entre iguales (bullying)
Todos los tipos y formas de
violencia escolar —entre profesores, entre alumnos, entre alumnos y profesores,
entre profesores y directores u otras autoridades educativas, entre docentes y
padres de familia— son igualmente susceptibles y relevantes de analizar, sin
embargo, en esta primera aproximación al tema, nos centraremos en la violencia
entre los estudiantes, ya que su notable incremento preocupa tanto a ellos como
a sus padres, maestros y a la comunidad en general.
Es importante resaltar que la
violencia se encuentra muchas veces en nuestras casas, o bien, en la calle, en
el cine, en la televisión, en la política y en la sociedad, por ello, este
problema no es exclusivo de la escuela; tampoco los estudiantes son los
principales o únicos responsables.
La violencia entre iguales
(bullying), debe ser entendida como un fenómeno escolar, no tanto porque se
genere en la propia escuela, sino porque ésta es el escenario donde acontece y
la comunidad educativa es la que sufre las consecuencias.
En este contexto, conscientes
de que todos tenemos que participar en la solución de la violencia entre
iguales, a continuación se ofrece información breve y clara sobre el tema,
además de sugerencias y recomendaciones que esperamos sean de utilidad para que
ustedes, los docentes, desarrollen estrategias de prevención.
¿Qué es el bullying?
La palabra bullying puede ser
utilizada como acoso escolar, hostigamiento, intimidación, maltrato entre
pares, maltrato entre niños, violencia de pares o violencia entre iguales. Por
tanto, lo podemos definir como:
“Una conducta de persecución y agresión
física, psicológica o moral que realiza un alumno o grupo de alumnos sobre
otro, con desequilibrio de poder y de manera reiterada” (Fernández y Palomero,
2001:26).
Este fenómeno incluye desde
la prepotencia y arrogancia de unos hacia otros, hasta la crueldad del ataque
físico o psicológico, pasando por la marginación o la exclusión social.
El fenómeno de la violencia
entre iguales (bullying) ha sido objeto de interés científico en las últimas
tres décadas, y durante este tiempo se ha demostrado su presencia en un gran
número de países.
Los pioneros en el estudio de
este fenómeno fueron los escandinavos Heinemman, (1972) y Olweus (1973) y
posteriormente los británicos Smith y Sharp (1994). El tema no ha dejado de ser
objeto de interés en los últimos treinta años. De hecho, a partir del año 2000
encontramos un sinnúmero de investigaciones y aportaciones.
Debido a los diversos
aspectos que a lo largo del tiempo se han ido añadiendo al concepto de
bullying; no existe una definición única, sin embargo se pueden plantear
elementos clave que lo definen.
Características principales del bullying:
*
Es un comportamiento de naturaleza claramente
agresiva.ff
*
Es una conducta que se repite en el tiempo con
cierta consistencia.ff
*
La relación que se establece entre agresor y
víctima se caracteriza ffpor un desequilibrio o asimetría de poder, es decir,
los alumnos que sufren el bullying presentan alguna desventaja frente a quien
los agrede. Estas desventajas pueden ser por edad, fuerza física, habilidades
sociales, discapacidad, condición socioeconómica, entre otras.
*
Se produce entre iguales (entre alumnos, no importa
la diferencia de edad, sexo o grado escolar).
*
Son actos que tienen la intención de dañar.
*
En el caso de los chicos su forma más frecuente es
la agresión física y verbal, mientras que en el de las chicas su manifestación
es más indirecta, tomando frecuentemente la forma de aislamiento de la víctima,
o exclusión social.
*
Tiende a disminuir con la edad y su mayor nivel de
incidencia es entre los 11 y los 14 años.
Su escenario más frecuente
con los niños de primaria suele ser el patio de recreo, mientras que con los de
secundaria se amplía a otros contextos, tales como:
Aulas.
Pasillos.
Baños.
Vestidores.
Los trayectos a la escuela.
Al regresar a casa.
En los cambios de clase.
Es importante saber que no es
bullying cuando alguien juega de manera brusca pero amistosa con el otro.
Tampoco es bullying cuando dos estudiantes de la misma fuerza discuten o
pelean. Sin embargo, para que en la escuela exista una convivencia respetuosa y
solidaria, es indispensable que cualquier manifestación de violencia sea
atendida.
Causas y factores que generan la violencia
entre iguales
La conducta de los niños y
adolescentes está condicionada en parte por el ambiente en el cual se desarrollan,
es decir, existen factores que propician la violencia en la escuela y fuera de
ella.
A continuación, se mencionan
de manera general ejemplos de diversas causas y factores que en cierta medida
pueden generar conductas agresivas y violentas en los niños y jóvenes (no son
una regla pero si son detonantes importantes).
è
Baja tolerancia a la frustración.
è Hiperactividad.
è Depresión.
è Estrés.
è Dificultad para
controlar la agresividad.
è Falta de capacidad para
la empatía, bajo desarrollo de habilidades sociales, bajo autoconocimiento y
autoestima.
è Falta de afecto y cuidado.
è Falta de límites y
reglas claras en el hogar.
è Abandono y/o abuso.
è Fracaso escolar.
è Maltrato físico y/o psicológico
en el hogar (niños violentados que por aprendizaje se conducen a resolver los
conflictos a través de la agresión física o verbal).
è Uso de sustancias
adictivas, alcohol u otras drogas en la familia.
è Pobreza, problemas de
delincuencia, violencia familiar o bajo nivel educativo.
è Cultura machista o
dominante (se les enseña a los varones a no demostrar debilidad, a no ser
afectivos, amables ni comprensivos).
è Presencia de armas en la
casa.
è Identificación con
modelos agresivos y rebeldes aprendidos a través de video juegos y medios de
comunicación (televisión, radio, cine, Internet).
è
Exaltación de modelos duros e imperantes en la
familia y en la sociedad.
Manifestaciones del bullying
Las manifestaciones de violencia entre
iguales son:
Ü
Físicas: pegar, empujar, patear
y agredir con objetos.
Ü Verbales: se refiere a las ofensas verbales tales
como los insultos y los apodos. Por ejemplo: resaltar defectos físicos,
menospreciar en público, criticar, entre otros.
Ü Psicológicas: son aquellas acciones que dañan la
autoestima del individuo y fomentan su sensación de temor. Por ejemplo: reírse
de él o ella, ignorar, amenazar para causar miedo, amenazar con objetos, hacer
gestos, contar mentiras o falsos rumores sobre él o ella, enviar notas
hirientes y tratar de convencer a los demás para que no se relacionen con él o
ella.
Ü Sociales: pretende aislar a la víctima del resto del
grupo y compañeros. Por ejemplo: no dejarlo participar, ignorarlo
completamente, excluirlo de actividades a propósito, obligarlo a hacer cosas
que no quiere.
Ü
Otras manifestaciones
del bullying: esconder, robar o dañar las pertenencias de las
víctimas.
Cabe mencionar que, con
frecuencia las manifestaciones arriba citadas aparecen de forma simultánea. La
violencia psicológica, por ejemplo, está presente en todas las conductas de
acoso, lo cual aumenta la sensación de inseguridad en la victima.
Actores involucrados en el bullying
Los actores asociados a la
violencia entre iguales son tres: victima, agresor y espectador.
A continuación se mencionan
algunas características de cada uno, las cuales no constituyen una regla, sin
embargo, son las más comunes.
Ø
Víctima: Es quien sufre las
agresiones. Suelen ser una persona tímida, insegura, que mantienen una excesiva
protección de los padres, y es menos fuerte físicamente.
Ø Agresor: Es quien ejerce la violencia, el abuso o el
poder sobre la víctima. Suele ser fuerte físicamente, impulsivo, dominante, con
conductas antisociales y poco empático con sus víctimas.
Ø Espectador: Generalmente es un compañero que presencia
las situaciones de intimidación. Puede reaccionar de distintas maneras,
aprobando la intimidación, reprobándola o negándola.
Importante: El espectador
desempeña un papel muy importante en la intimidación, ya que al reírse o pasar
por alto el maltrato contribuye a perpetuarlo o reforzarlo. Asimismo, su
participación para solucionar el acoso es fundamental, ya que puede contener el
abuso si evita aplaudir o bien apoyar a las víctimas si denuncia las
agresiones. Una de las estrategias más efectivas de reducir el hostigamiento es
trabajar con el o los espectadores.
A continuación se ofrecen algunos posibles indicadores que permiten identificar
si alguien está siendo víctima o agresor.
Víctima
●
Viene con golpes o heridas del recreo.
● Se pone nervioso al
participar en clase.
● Muestra apatía,
abatimiento o tristeza.
● Es un alumno que excluyen
de los trabajos en equipo.
● Provoca murmullos y
risas mustias en los alumnos cuando entra a clase o contesta una pregunta.
● Inventa enfermedades o
dolores para evitar asistir a la escuela (que en algunos casos somatiza por el
estrés del acoso).
● Tiene problemas para
poder concentrarse tanto en la escuela como en la casa.
● Padece de insomnio o
pesadillas recurrentes; puede llegar a orinarse en la cama.
● Tiene ideas destructivas
o pensamientos catastróficos.
● Sufre irritabilidad y
fatiga crónica.
● Frecuentemente, pierde
pertenencias o dinero (en algunos casos el agresor exige cosas materiales a su
víctima).
● Empieza a tartamudear;
llora hasta quedarse dormido.
● Se niega a decir qué le
está pasando.
● Tiene ideas que expresan
sentimientos o pensamientos con enojo
● y no quiere salir a
jugar.
●
Sus calificaciones bajan sin ninguna razón
aparente.
Agresor
◘
Carece de empatía hacia el sufrimiento de los demás
◘ Tiende a hablar
despectivamente de cierto chico o chica de su salón.
◘ Ha sido recriminado más
de una vez por peleas con sus iguales.
◘ Tiene conductas
prepotentes y dominantes con hermanos y amigos.
◘ Se burla de sus iguales.
◘ Tiene comportamientos
agresivos; no controla sus impulsos.
◘ Se lleva mal con los
demás.
◘ Continuamente, pelea con
sus compañeros.
◘ Soluciona sus problemas
usando la violencia.
◘ Regularmente, está en
problemas.
◘ Molesta a otros niños
sin razón alguna.
◘ En algunos casos su comportamiento
es dirigido por otros niños.
◘ Se enoja fácilmente si
las cosas no son como quiere.
◘ Falta al cumplimiento de
las normas.
◘ Controla escasamente la
ira.
◘ Percibe erróneamente la
intención de los demás; considera que existe un conflicto y se siente agredido.
◘ No tiene sentimientos de
culpa: "el otro se lo merece".
◘ Presenta bajo nivel de
tolerancia a la frustración.
◘ Se muestra escasamente
reflexivo.
◘ Presenta deficiencia en
habilidades sociales y en la resolución de conflictos.
◘
Algunas consecuencias que pueden presentar los
actores involucrados en el bullying
Para la víctima
☻
Dificultades escolares; bajas calificaciones.
☻ Alto nivel de ansiedad.
☻ Deterioro de la
autoestima.
☻ Fobia escolar.
☻ Falta de apetito.
☻ Pesimismo.
☻ Cuadros depresivos.
☻ Baja expectativa de
logro.
☻ Repercusiones negativas
en el desarrollo de la personalidad, la socialización y la salud mental en
general.
☻ El niño o joven aprende
que no puede controlar las agresiones de su entorno, por lo que deja incluso de
emitir respuestas.
☻ Abandono escolar.
☻
Trastornos del estado de ánimo, problemas de estrés
y agresividad que pueden llevarlo a refugiarse en las drogas o a intentar
suicidarse.
Para el agresor
Bajo rendimiento escolar.
Reportes y suspensiones.
Aislamiento.
Incomprensión.
Problemas legales.
Las conductas de acoso pueden hacerse crónicas y
convertirse en una manera ilegítima de alcanzar sus objetivos, con el
consiguiente riesgo de derivación hacia conductas delictivas incluyendo
violencia doméstica y de género.
Para el espectador
Corre el riesgo de insensibilizarse ante las
agresiones cotidianas y de no reaccionar a las situaciones de injusticia en su
entorno.
Cree que no puede ayudar a la víctima, su rol
pasivo lo lastima.
Genera sentimientos de enojo, rabia, impotencia y
culpabilidad por no saber cómo ayudar a la víctima.
Presenta pesadillas y preocupación de ser la
siguiente víctima.
Tiene repercusiones negativas en el desarrollo de
su personalidad.
Datos estadísticos internacionales
sobresalientes
1.- España
◙
La encuesta denominada Violencia entre compañeros
en la escuela indica que:
◙ De los alumnos
encuestados, 2.5% sufre acoso por parte de un compañero.
◙ De cada 100 alumnos de
entre 12 a 16 años, 75 han sido testigos de algún acto de violencia escolar y
15 han sido víctima de ésta.
◙ De cada 10 alumnos, 8
han sufrido maltrato emocional y 7 maltrato físico.
◙ De cada 10 alumnos, 6
han sufrido varios tipos de violencia simultáneamente.
◙
Los agresores no suelen percibirse como tales; más
bien piensan que se defienden de agresiones o provocaciones de sus víctimas.
2.- Argentina
◙
Estudios2 realizados en este país en 2008 señalan
que:
◙ Cuando el docente está
al pendiente de los alumnos, los casos de agresión sin lesiones se reducen a la
mitad.
◙ Los espacios
privilegiados para ser objeto de agresión son el salón de clases o el recreo.
◙ Las peleas a golpes
entre compañeros, aquellas donde es difícil identificar a la víctima y al
victimario, bajan significativamente cuando los adultos que laboran en la
escuela intervienen.
◙
La forma de violencia más habitual es el
rompimiento de útiles u otros elementos que llevan a la escuela.
3.-Chile
◙
La Encuesta Nacional sobre Violencia Escolar3
reveló que:
◙ Las principales
agresiones reconocidas corresponden a violencia psicológica (22,2%); física
(17,7%); discriminación o rechazo (13,5%); amenaza u hostigamiento permanente
(11,1%); atentado contra la propiedad (9,6%); con armas (4,3%), y sexual (3%).
Datos nacionales sobresalientes
◙
La Encuesta sobre violencia en las escuelas del
Distrito Federal 2008,4 destaca que:
◙ De cada 10 alumnos, 7
han sufrido algún tipo de violencia, conocida como bullying (con un rol de
agresores, víctimas o testigos).
◙ De los alumnos que
participaron en alguna pelea con violencia física entre compañeros, 35 % lo
hicieron en ausencia de docentes; 18.2% participaron aunque algún docente
estuviera presente.
◙ De los alumnos que han
sido víctimas de robo, tanto dentro como fuera de la escuela, 46.4% son de
primaria y 43.6% de la secundaria. Asimismo, más de 24% ha sufrido burlas y 1
de cada 5 ha sufrido lesiones físicas y amenazas.
◙ La forma de violencia
más habitual es el rompimiento de útiles u otros elementos que llevan a la
escuela. Más de la tercera parte de los alumnos dice haber sido víctima de
ella.
◙
La percepción que los alumnos tienen de la disciplina
en su escuela reduce la violencia. Sin embargo, cuando ésta es muy estricta, la
violencia es mayor.
Recomendaciones
Para los niños en general
Enséñeles:
Que todos los niños y las niñas tienen derecho a
que se respete su integridad. Nadie puede abusar de ellos física, psicológica
ni sexualmente.
Qué actitudes y conductas no deben permitir en sus
relaciones con los iguales y con las personas adultas.
A prepararse para afrontar conductas incómodas y
las presiones del grupo.
A crearse una cultura pacifista y no violenta, y la
importancia de implicarse activamente en la política escolar anti-bullying.
Que las relaciones deben ser igualitarias, no de
prepotencia ni de dominio o sumisión.
A tomar conciencia de que deben informar y dar a
conocer a sus padres, familiares y maestros, si son víctimas de abuso físico,
psicológico o sexual, así como de las situaciones que observen en alguno de sus
compañeros.
A romper la ley del silencio.
Que los espectadores deben mostrar una actitud de
interés y empatía por la víctima, en lugar de ponerse del lado del acosador, y
hacer que la víctima se lo cuente a sus padres o personas cercanas.
Que deben ser conscientes de la importancia de
mantener relaciones interpersonales cordiales, positivas y mutuamente
satisfactorias entre iguales.
Para los niños víctimas de bullying:
Sugiérales que:
§
Eviten quedarse solos, sobre todo en zonas donde no
haya personal de la escuela.
§ Hablen con su padre,
madre, tíos, amigos o aquellas personas a quienes le tengan más confianza.
§ Intenten no mostrar
miedo ni disgusto.
§ Contesten con humor a
las burlas.
§ Eviten responder a los
ataques (que no les den a los agresores el poder que NO tienen).
§ Ante una agresión, pidan
que paren. Que contesten con calma o de lo contrario se marchen.
§
Se refugien donde haya un adulto.
Para la familia
♦
Coménteles que es responsabilidad de los padres:
♦ Preocuparse por sus
hijos, creando un canal de diálogo para aprender a conocerse mejor.
♦ Estar en contacto con el
personal de la escuela y buscar información acerca de la forma en la que se
relaciona su hijo con los otros compañeros.
♦ Conocer a los amigos de
sus hijos y a la gente con quienes conviven ffa diario.
♦ Regular los horarios y
programas de televisión que sus hijos
♦ pueden ver.
♦ Enseñarles a descifrar,
criticar y auto controlarse ante el mundo de ffla televisión.
♦ Estar al tanto de las
actividades que realizan sus hijos: qué hacen, a dónde van, con quién juegan,
cuáles son sus intereses, qué proyectos tienen.
♦ Establecer normas y
límites claros.
♦ Educar para controlar
las emociones, para comportarse con los demás y convivir con otros.
♦
Observar los comportamientos, estados de ánimo y
los cambios en los hábitos de los niños.
Acciones en las que pueden participar y
sugerir los docentes
El bullying afecta las tareas
de los docentes, ya que empeora significativamente sus condiciones de trabajo y
se ven orillados a replantear su identidad profesional, además de las
repercusiones en su salud y vida personal (Ortiz, 1995).
Por lo anterior, es necesario
realizar trabajo colegiado entre los docentes de las diferentes asignaturas o
grupos, para adoptar acuerdos sobre los comportamientos de los alumnos, la
manera de relacionarse con ellos y de cómo entender la actividad académica en
el aula.
El profesor es determinante
para el clima de convivencia que se establece en el aula, influyendo de uno u
otro modo en la creación de grupos de iguales, en las relaciones entre los
alumnos, de estos con el profesorado y, en definitiva, en sus actitudes ante el
escolar.
Es importante:
v
Impulsar el pensamiento crítico, la inteligencia
emocional, la solidaridad, el compromiso y la tolerancia.
v Promover la educación en
valores, la educación intercultural, la atención a la diversidad, la educación
cívica, la educación para la democracia y la educación para la convivencia.
v Fomentar la
comunicación, el diálogo, la participación y el trabajo cooperativo entre
padres de familia, alumnos y maestros.
v Cuidar la motivación e
implicación de los alumnos, la cooperación y ffla interacción, creando un
ambiente de trabajo positivo para docentes y alumnos.
v Incluir en las sesiones
de trabajo juegos cooperativos, juegos de simulación y enfoque socioafectivo.
v Implementar programas de
prevención e intervención.
v Buscar fórmulas y
estrategias que corrijan o prevengan la violencia escolar.
v Establecer y debatir una
serie de normas y reglamentos que sea aceptada por todos los afectados:
profesores, alumnos y padres.
v Aplicar y cumplir las
normas y reglamentos establecidos en la escuela.
v Fomentar la capacitación
en temas que contribuyan a prevenir los problemas de disciplina y agresividad.
v Proponer proyectos y
planes para formación del profesorado (cursos, congresos, jornadas y
actividades), y participar en ellos.
v Realizar
investigaciones, publicaciones y proyectos sobre el tema.
v Compartir las
experiencias pedagógicas referentes al tema.
v Realizar encuestas y
estudios de opinión dirigidas a estudiantes, equipos directivos y profesores.
v Mantener un buzón de
sugerencias y de quejas siempre abierto.
v Formar una comisión
especial de atención a la violencia entre iguales.
v Dar importancia al
ambiente interno y externo de la escuela para prevenir la violencia.
v Generar espacios de
participación para las alumnas y los alumnos.
v Preocuparse y ocuparse
por fomentar entre el personal relaciones cordiales de trabajo basadas en el
diálogo y cooperación, para trabajar y atender de manera pertinente los casos
de bullying y de cualquier manifestación o tipo de violencia que detecten.
v Implicar a los padres y
entidades locales en el tema de la violencia escolar.
v Establecer canales de
comunicación abiertos con los padres de familia.
v Instar al personal de la
escuela para que esté pendiente de las actividades que realizan los alumnos
dentro y fuera de las aulas y en aquellas zonas donde se puedan presentar
situaciones de intimidación y acoso.
v Solicitar y contar con
la ayuda de otros profesionales como psicólogos, terapeutas, orientadores, que
permita a los profesores tratar con las potenciales víctimas y agresores, e
identificar los problemas antes de que sucedan.
v Tratar el tema a través
de cursos, conferencias o tutorías.
v Establecer reglas para
evitar la violencia entre iguales, elaboradas por los docentes y alumnos de
manera conjunta.
v Fomentar asambleas de
clase o foros de discusión donde los alumnos aprendan que su opinión es digna
de ser tomada en cuenta, que inciden en su gestión, que tienen derecho a la
convivencia y, también, responsabilidad para que ésta sea pacífica.
v Promover relaciones con
instituciones y universidades, para que alumnos del servicio social de carreras
específicas desarrollen programas y políticas públicas en la materia.
v
Generar Consejos Escolares municipales y regionales
que apoyen en ffla implementación de los programas.